P A T O L O G Í A S
Hallux Valgus o Juanetes
¿QUÉ SON LOS JUANETES?
Es la deformidad que compromete al primer metatarsiano del pie (dedo grande o hallux) y lo desvía hacia la parte interna del pie ocasionando una luxación parcial o total de la articulación metatarso-falángica. Tiene asociado un callo en la piel de la parte interna del pie, deformidad en los dedos pequeños, dolor y limitación para utilizar calzado convencional.
¿POR QUÉ SE PRODUCE?
Esta deformidad es exclusivamente de origen genético o de personas que padecen enfermedades que dañan o lesionan el cartílago y los ligamentos de las articulaciones del pie (Artritis Reumatoidea), empeora con el uso de calzado de punta estrecha o tacones altos. También se observa en pacientes jovenes que aún no usan calzado estrecho y es denominado hallux valgus juvenil. La hiperlaxitud ligamentaria, el pie plano, entre otros, aumentan la deformidad. A medida que se desarrolla esta desviación del dedo, los tendones de los músculos flexores y extensores se desplazan hacia el primer espacio entre los metatarsianos produciendo una fuerza que empeora la deformidad.
¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS?
La queja principal de los pacientes con esta alteración es el dolor producido por el roce con el calzado. Se debe tener en cuenta que en el primer dedo se ejerce la mayor fuerza cuando se da el paso lo que a su vez aumenta el riesgo de mayor deformidad y daño de la articulación (artrosis).
¿CÓMO SE DIAGNOSTICA?
Mediante el examen físico. Se pueden solicitar radiografías para determinar con exactitud el ángulo de deformidad especialmente si se piensa en tratamiento quirúrgico. Se deben descartar otras enfermedades asociadas a esta alteración.
¿CÓMO SE TRATA?
Si el hallux valgus no es doloroso se dan recomendaciones de uso de calzado (siempre se deben evitar los tacones altos) y plantillas si existen zonas de aumento de apoyo en la planta del pie. Si es doloroso existen dos tratamiento, conservador y quirúrgico; el tratamiento conservador se basa en uso de calzado anatómico y en ocasiones plantillas ortopédicas y/o separadores interdigitales en silicona (ojala personalizadas). El tratamiento quirúrgico está indicado en pacientes donde no hubo mejoría con el tratamiento conservador.
Es la deformidad que compromete al primer metatarsiano del pie (dedo grande o hallux) y lo desvía hacia la parte interna del pie ocasionando una luxación parcial o total de la articulación metatarso-falángica. Tiene asociado un callo en la piel de la parte interna del pie, deformidad en los dedos pequeños, dolor y limitación para utilizar calzado convencional.
¿POR QUÉ SE PRODUCE?
Esta deformidad es exclusivamente de origen genético o de personas que padecen enfermedades que dañan o lesionan el cartílago y los ligamentos de las articulaciones del pie (Artritis Reumatoidea), empeora con el uso de calzado de punta estrecha o tacones altos. También se observa en pacientes jovenes que aún no usan calzado estrecho y es denominado hallux valgus juvenil. La hiperlaxitud ligamentaria, el pie plano, entre otros, aumentan la deformidad. A medida que se desarrolla esta desviación del dedo, los tendones de los músculos flexores y extensores se desplazan hacia el primer espacio entre los metatarsianos produciendo una fuerza que empeora la deformidad.
¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS?
La queja principal de los pacientes con esta alteración es el dolor producido por el roce con el calzado. Se debe tener en cuenta que en el primer dedo se ejerce la mayor fuerza cuando se da el paso lo que a su vez aumenta el riesgo de mayor deformidad y daño de la articulación (artrosis).
¿CÓMO SE DIAGNOSTICA?
Mediante el examen físico. Se pueden solicitar radiografías para determinar con exactitud el ángulo de deformidad especialmente si se piensa en tratamiento quirúrgico. Se deben descartar otras enfermedades asociadas a esta alteración.
¿CÓMO SE TRATA?
Si el hallux valgus no es doloroso se dan recomendaciones de uso de calzado (siempre se deben evitar los tacones altos) y plantillas si existen zonas de aumento de apoyo en la planta del pie. Si es doloroso existen dos tratamiento, conservador y quirúrgico; el tratamiento conservador se basa en uso de calzado anatómico y en ocasiones plantillas ortopédicas y/o separadores interdigitales en silicona (ojala personalizadas). El tratamiento quirúrgico está indicado en pacientes donde no hubo mejoría con el tratamiento conservador.